En tiempos de pandemia y de necesidad de desinfectar al extremo, las herramientas que garantizan la eficiencia en la limpieza tienen un valor añadido. Y ese es el caso de los equipos Krüger y el producto que se utiliza con estos nebulizadores atomizadores electrostáticos, que están certificados.
Los equipos, dado que los hay de varias modalidades, están indicados para la desinfección de todo tipo de espacios como oficinas, tiendas, gimnasios, polideportivos, piscinas, bares, restaurantes, peluquerías, centros de estética, centros veterinarios, puertos, aeropuertos, hoteles, hospitales, vehículos o transporte público, entre otros.
El producto se puede aplicar a mano, rociado o en base de espuma y debe estar en contacto entre 5 y 10 minutos como mínimo para garantizar su eficacia. En dosificaciones superiores al 5% deberá aclararse debidamente con agua potable después de su uso.
Otra de sus características es que genera una fina niebla electrostática con alta concentración de aniones cargados negativamente, consiguiendo así la formación de gotas que se repelen entre sí, lo que hace que no se formen charcos y que activamente se adhieren y envuelven tanto a las superficies, como a los agentes patógenos presentes en el medio ambiente. Esto hace que el producto no se quede en el ambiente, al estar cargado, y busque una superficie a la que adherirse. El método mecánico de nebulización garantiza la correcta formación de una capa uniforme del desinfectante sobre los objetos y espacios rociados, que acompañado del efecto de amplio espectro del químico K-37, avalan la idónea desinfección de las zonas tratadas hasta 24 horas. Una tranquilidad para particulares y organismos públicos en los tiempos complicados que vivimos.