Surtruck está trabajando en la fabricación de 23 vehículos de bomberos para el Consorcio de Bomberos de la provincia de Cádiz. Se trata de bombas urbanas ligeras (BUL) que tienen un ancho especial diseñado para trabajar en entornos urbanos de difícil acceso y centros históricos de ciudades patrimoniales. Los vehículos BUL dan respuesta a todas estas necesidades, a la vez que suponen un salto cualitativo respecto a los vehículos de este tipo que actualmente existen en el mercado
Surtruck tiene muy avanzados los trabajos en el prototipo de bomba urbana ligera, que estos días se ha estado sometiendo a inspecciones en el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA) de Madrid, adscrito a la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales. Precisamente acaba de superar las pruebas de estabilidad estática, es decir de vuelco, por lo que ha rebasado el listón de la normativa europea 1846, que certifica que los riesgos esenciales han sido evaluados y minimizados y que el vehículo es seguro. Estas pruebas, superadas en el INSIA, vienen a reforzar el hecho de que Surtruck disponga de toda la acreditación en Directivas Parciales del vehículo, tal y como acredita la Unidad de Certificación del Automóvil (UCA).
Tras dejar atrás positivamente esta fase, se ha pasado ahora al proceso de construcción de las bombas urbanas ligeras, cuyas primeras doce unidades estarán entregadas antes de final de año, tal y como se anunció durante la firma del contrato. Las once restantes de las 23 solicitadas en total se entregarán en el 2022. Otro aspecto a destacar es que la mesa de trabajo del Consorcio diseñó la distribución del material que lleva la cabina conjuntamente con Surtruck, algo que ha supuesto un auténtico desafío. En unas reducidas dimensiones, el BUL incluirá todo el equipamiento necesario para una actuación totalmente autónoma frente a un incendio. Un reto si tenemos en cuenta que el material seleccionado cumple además todos los cánones establecidos por la ergonomía y la Prevención de Riesgos Laborales.
Todos estos avances que se están consiguiendo consolidarán a los BUL como los vehículos de bomberos más modernos del mercado. Cuentan con un sistema de visión grabador de 360º, un depósito de agua de mil litros con un regulador de presión que garantiza un flujo constante de agua tanto en baja como en alta presión, un ancho de dos metros y un radio de giro entre bordillos de 5,2 metros y, lo que será muy valorado en las situaciones de emergencia, menos ruidos y vibraciones, algo que permite a los profesionales poder comunicarse entre ellos con naturalidad, junto al propio puesto de bomba, mientras se realiza la intervención.